Billabong Pro Mundaka 2008

Hoy mismo ha dado comienzo un año más en Mundaka la prueba valedera para el campeonato mundial de surf.
A partir de hoy y hasta el próximo 12 de Octubre los surfers más notables del circuito profesional se dan cita en esta localidad bizkaina enclavada en el corazón de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai para tratar de hacerse con la txapela de campeón del Billabong Pro Mundaka 2008.

La ola de izquierdas más conocida y apreciada de Europa sigue manteniendo su tirón y es un argumento más que suficiente para que Mundaka siga siendo visita y parada obligatoria del mundial de esta especialidad.
Desde que se recuperó esta magnífica ola el mundial siempre ha hecho parada en esta localidad costera, aunque este año ha estado hasta última hora en el aire la inclusión de esta prueba dentro de las 11 elegidas alrededor de todo el mundo.

Por lo que he podido leer hoy el mar estaba «plato» (flat), que en jerga surfera quiere decir que no hay ni una sola ola, por lo que se ha decidido ir a Sopelana (este año ha desplazado a Bakio como playa donde disputar las rondas en caso de que no se den las condiciones idóneas en Mundaka) a disputarse las rondas planificadas para hoy.

Hace un par de años me acerqué un día para ver a estos cazadores de olas en acción porque siempre me ha atraído mucho este deporte, pero la caprichosa ola no hizo aparición por Mundaka en toda la mañana, así que las eliminatorias programas para ese día fueron trasladas a la playa de Bakio (una práctica muy habitual en este tipo de pruebas) que contaba con unas mejores condiciones de oleaje y por lo tanto era más apta para la práctica del surf.
Allí pude ver «cabalgar» a Kelly Slater, toda una institución en este deporte y ganador de 8 campeonatos mundiales.

Este año el «crack» Slater vuelve a estar presente junto a otras estrellas como Bobby Martinez, Taj Burrow, Bede Durbidge, Joel Parkinson… junto con otros «de la casa» como Aritz Aranburu, Odei Collazo y Marcos San Segundo, que lucharán por hacer el mejor papel posible.

Este evento puede ser la excusa perfecta para acercarse y conocer esta preciosa localidad bizkaina y sus alrededores, y ya es que estamos por la zona y como el turismo gastronómico es lo mejor, se puede degustar un excelente txuleton en condicione en uno de los muchos restaurantes de calidad que tanto abundan por la zona.

Este año tengo intención de ir un día y llevar conmigo la cámara, si sale alguna fotografía decente prometo colgarla por aquí. No serán tan espectaculares como las siguientes pero intentaré hacer lo que pueda… Y es que esta actividad da como resultado fotografías tan plásticas y vistosas como estas.

La fotografía de la «Araña» (Guggenheim)

Después de cientos y cientos de disparos con mi cámara de fotos creo que a día de hoy la mejor fotografía que he sacado, o al menos la que más me gusta y de la que más orgulloso estoy, es esta de la «Araña» (por cierto, la obra se llama «Mamá»).

La instantánea está tomada desde el puente de la Salve y la «niebla» que se ve es realmente el vapor de agua que periódicamente sale expulsado desde el estanque del museo Guggenheim.

Lo que más me gusta de esta fotografía es que no está retocada, absolutamente nada.
La fotografía que se ve es la saqué, tal cual. Lo único que hice fue añadirle el marco negro y una capa más para que se viese mi firma en la esquina inferior derecha. Pero no hay retoque de colores, de luz, ni siquiera de niveles.
Ahora al verla, me gustaría haberla sacado sin gente paseando o al menos sin tanta gente ya que creo que quedaría mejor la escena sin alguna de las personas que salen. Y por esto estoy haciendo «desaparecer» a las personas con un editor de fotografía, aunque solamente por ver el resultado, ya que la imagen original es esta y es la que cuenta.

Fue tomada una mañana de domingo, la noche anterior no había salido y me desperté con ganas de pasear un rato y decidí salir por Bilbao para sacar unas cuantas fotos y coger práctica con la cámara. Se me ocurrió subir al puente de la Salve para fotografiar desde allí el museo y tener otra perspectiva del paseo que hay al lado de la ría.

Aunque llevo una temporada que tengo bastante aparcada la cámara, espero algún día sacar alguna otra foto que me guste lo suficiente como para compartirla. Si lo consigo, la publicaré por aquí.

Frontenis en Gordexola

Si pienso en un deporte desestresante, me viene a la cabeza… frontenis!!!
Y si no que se lo digan al bueno de «Mendi»!!!

El frontenis está de actualidad en mi cuadrilla.
El primero en «engancharse» a este deporte fue «Mendi» con la excusa de tener un medio para liberar tensiones, y es que realmente sales mucho más relajado después de unos cuantos partidos machacando la pelota y descargando todo tipo de tensiones a base de raquetazos en los que tratas de imprimir toda tu fuerza a la pelota amarilla.
Luego caímos Fernan (que hace unas pocas semanas ha estrenado nueva raqueta) y un servidor.
También vienen a jugar de vez en cuando los dos auténticos cracks de la cuadrilla si hablamos de frontenis, que llevan toda la vida jugando y que son «Somo» y Sabin, y que cada vez que vienen nos enseñan como se juega a esto de verdad.

Este sábado sacrificamos la tan gratificante siesta por ir a dar unos cuantos raquetazos. 
Al final no pudimos juntarnos 4 que es el número ideal para jugar unos partidos a dobles pero fuimos «Mendi», Fernan y yo.

En esta ocasión en vez de ir directamente a Gordexola, como normalmente solemos hacer, decidimos probar suerte primero en Sodupe y luego en Zaramillo, y los frontones de sendos pueblos estaban ocupados (para que luego digan que la juventud solamente sabe beber… :P)
Al final tuvimos muchísima suerte y encontramos el de Gordexola libre.

Sí, los tres vivimos en Santutxu, que es un barrio de Bilbao…
Sí, tenemos que ir a Gordexola para poder jugar en un frontón decente….
Y sí, Gordexola es un pueblo que se encuentra a 20 minutos de Bilbao y a unos 20 kilómetros de distancia…
Y es que lamentablemente y gracias a los diferentes alcaldes (y los compinches de éstos) que han pasado por el ayuntamiento (y que desde que tengo uso de razón son del mismo partido político) tenemos que desplazarnos tan lejos para poder hacer un poco de deporte, y es que las instalaciones deportivas públicas de Bilbao son, hablando mal y pronto, una mierda. Pero bueno, eso es otro que quizá otro día hable sobre él…

El caso es que después de dar unas cuentas vueltas y hacer unos cuantos kilómetros con el coche pudimos disfrutar de un buen puñado de buenos partidos.

Las pruebas gráficas aquí las dejo. Aunque ayer las estuve viendo y he de reconocer que no tienen mucha calidad, tienen bastante ruido debido a que no usamos flash, pero bueno, otro día que llevemos la cámara tendremos más en cuenta las condiciones lumínicas del entorno y a ver si salen algo mejor… :S

Viendo las fotografías parecemos hasta buenos pero si soy sincero nos queda mucho, pero mucho muchísimo que practicar, aunque si que se nos nota cierta mejoría si comparamos con el primer día que fuimos. Y ya hay veces que salen tantos largos y bonitos, aunque no sé si es más cuestión de suerte o calidad… En mi caso particular la gran mayoría de veces está relacionado más con la suerte que con la habilidad.

Solamente un apunte negativo de esta tarde, y es que Fernan tenía prisa porque había quedado para ensayar y no pudimos hacer lo que en rugby se denomina «el tercer tiempo», que viene siendo tomar unas cervezas (merecidas en este caso) después del partido, pero bueno, otra vez será.

Alguna foto más…

Surf en Múnich

No hace falta saber mucho de geografía para que al leer el título de la entrada de ésta parezca, cuando menos, curioso.
Si se tiene en cuenta que el surf es un deporte que consiste en deslizarse con una tabla sobre las olas y que Múnich (en alemán München) está situada en el sur de Alemania (es más, se la conoce popularmente como «la capital del sur de Alemania»), y si además se cae en la cuenta de que este país cuenta con costa solamente en la parte norte del mismo, puede parecer que se ha cometido un error.

Pero no, no es un error.

Esta tarde estaba hojeando una revista junto con Amaia cuando he visto un artículo, y más en concreto una fotografía, que me ha hecho recordar mi viaje por tierras alemanas (hace ya unos años…) y que podía ser interesante dedicar una entrada en esta página web a una de las escenas más llamativas, sorprendentes y que menos me esperaba de todas las que tuve la ocasión de experimentar por allí.
Seguramente no es la que más me impactó (a bote pronto creo que fue el campo de concentración el que se lleva la palma en ese aspecto) pero si como digo de las más sorprendentes.

Me encontraba paseando y visitando por uno de los jardines que hay en Múnich, el «Englischer Garten» (jardín inglés) que me habían recomendado mis amigos Nahia y Dani, cuando me topé con la siguiente escena. No dudé ni un momento en sacar la cámara de fotos para tratar de inmortalizar lo que estaba viendo y que me había dejado perplejo.
Delante de mí, en un canal que llevaba una cantidad enorme de agua se encontraban varias personas practicando… surf!!!
Pero bueno, como se suele decir, «una imagen vale más que mil palabras», así que aquí van unas cuantas imágenes de lo que tuve la ocasión de ver.

Como ya he apuntado estas imágenes están sacadas en unos jardines en medio de la ciudad y tan sorprendente escena es posible gracias al paso del río Isar (río que atraviesa la ciudad) y la fuerza con la que las aguas del mismo bajan por el canal que conduce su cauce y que al golpear en uno de los pilares de un puente por el que atraviesan hace que se forme una «ola».
En el rato que estuve allí con la boca abierta intentando asimilar como era posible que en una ciudad de interior se pudiera practicar surf pude comprobar como los surfers locales practicaban sus trucos y movimientos en esta «ola» artificial que se mantenía de manera constante.

En estas otras fotografías se ven más en detalle a los surfers y como van equipados igualmente que aquellos que practican este deporte en pleno mar con sus licras, neoprenos, escarpines…
Curioso, muy curioso, de verdad!!!

Y estas imágenes me dan pie a recomendar la visita de una ciudad como Múnich, una provincia preciosa como Baviera y un país espectacular como es Alemania.
Destacar su gente, la cultura de éstas, sus tradiciones, su gastronomía, su arquitectura… lo dicho, un destino totalmente recomendable.